La fiscalía del Tribunal de Cuentas ha pasado el asunto de los gastos en gasolina y restauración de Ismael Álvarez a la Sección de Enjuiciamiento del mismo Tribunal de Cuentas.
¿Qué quiere decir esto? Pues que ve indicios de delito por malversación de caudal público en estos gastos ya que al llenar el depósito del coche y de la moto a cargo del ayuntamiento no se puede diferenciar el uso público y privado. Además, lo normal es pasar el kilometraje cómo hacen todos los trabajadores públicos y cobrar lo que estipula el convenio por kilómetro.
Esperemos que esta vez los abogados se los pague él mismo y no sea el ayuntamiento quien tenga que pagar con dinero público (de todos los vecinos de Pallejà) las presuntas malas prácticas del alcalde.
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